Ésta plática es motivada por las palabras que elegimos. El objetivo es observar una comparación entre el lenguaje usado para escribir mensajes de error y el que usamos para comunicarnos en persona, destacando así el espacio que existe para mejorar estos conceptos dentro de la comunidad tecnológica.
El poder de las palabras que usamos puede fácilmente pasar desapercibido en nuestro día a día. Sin embargo, no sirve suponer que existe cierto conocimiento, usar acrónimos o que seamos vagos, ya que la persona que usa nuestro código existe dentro de un espectro infinito de experiencias y comprensión. Similarmente, hay falacia en dar por hecho que la persona con quien nos comunicamos entiende todo nuestro modo de pensar, y que sea familiar con las referencias que damos al hablar — es muy fácil olvidarnos que otros no saben lo que nosotros sabemos.
Por medio de esta plática, vamos a examinar algunas maneras por las cuales nos comunicamos, entender cómo esto puede afectar nuestro público y cómo nos podemos hacer más conscientes de nuestros estilos comunicativos.
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